Qué licencia necesita un negocio online con almacén físico

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El error común de los ecommerce

Muchos emprendedores digitales creen que por vender en internet no tienen que cumplir con las normas de los negocios físicos. Y claro, al principio todo parece fácil: tienes un ordenador, un proveedor, unos pedidos… y un almacén “provisional” donde guardas cajas, preparas envíos y recibes mercancía. ¿Problema? Ese espacio, aunque no tenga rótulo en la calle ni reciba clientes, sí está sujeto a normativas. Y si no legalizas la situación, te arriesgas a una inspección, una sanción e incluso el cierre de tu operación. Sí, también los negocios online deben tener sus papeles en regla cuando usan espacios físicos.

Tu local no es invisible para la ley

Piensa en esto: da igual si no atiendes público ni vendes cara a cara. Si tienes un local donde trabajas físicamente, se te aplica la normativa vigente de locales de actividad. Es decir, debe cumplir condiciones mínimas de ventilación, seguridad, accesibilidad, instalación eléctrica, almacenamiento, residuos… Y todo eso requiere validación oficial. El argumento de “pero si solo es un trastero donde guardo cosas” no cuela. Si ese trastero es parte de tu negocio, necesita estar dado de alta legalmente, con el uso correcto y la documentación correspondiente.

¿Necesitas una licencia de apertura?

Sí, incluso si vendes por internet, si usas un almacén físico necesitas una licencia de apertura. Esta licencia no solo es para locales comerciales a pie de calle. También se exige para naves industriales, oficinas internas, despachos y, por supuesto, almacenes. La función de esta licencia es autorizar el uso del espacio para una actividad económica. Si lo estás utilizando para trabajar, empaquetar, gestionar pedidos, almacenar stock o recibir proveedores, estás ejerciendo una actividad. Y esa actividad necesita autorización municipal.

La importancia de la licencia de actividad

Aquí es donde muchos se lían. Tener una licencia de actividad es clave para definir qué estás haciendo exactamente en ese espacio. No es lo mismo usar una nave como almacén logístico que como taller de preparación de productos. Cada uso tiene una clasificación distinta y, por tanto, requisitos distintos. Si la actividad registrada no coincide con lo que realmente haces, pueden sancionarte. Además, esta licencia define temas tan importantes como los niveles de ruido permitidos, el tipo de maquinaria, la ventilación, las salidas de emergencia o las medidas contra incendios. No es relleno administrativo: es protección real para ti y tu entorno.

Seguridad ante todo: no olvides los extintores en negocios

Este punto se pasa por alto demasiado a menudo. Si tienes un almacén, aunque no entre público, debes contar con medidas básicas de seguridad, como señalización, sistemas eléctricos correctos y extintores en negocios. En nuestro artículo anterior sobre extintores en negocios, explicamos por qué es obligatorio contar con ellos según el tamaño y la actividad del local. Si hay un cortocircuito, un incendio o cualquier emergencia, la responsabilidad recae sobre ti. Y si no tienes las medidas adecuadas, la sanción es doble: por no tener licencia y por negligencia en prevención.

¿Dónde se solicita la licencia?

La solicitud de estas licencias se hace en el Ayuntamiento del municipio donde esté ubicado tu almacén. Lo recomendable es contar con un técnico especializado que prepare toda la documentación: planos, memoria técnica, certificado de cumplimiento de normativas, etc. Algunos municipios permiten iniciar la actividad con una declaración responsable, mientras otros exigen inspección previa. Todo depende del tipo de actividad y de los riesgos asociados. No es lo mismo un almacén de productos alimentarios que uno de ropa o componentes electrónicos.

¿Y si trabajo desde casa?

Aquí hay matices. Si tu negocio está domiciliado en casa y no almacenas stock ni recibes materiales, es decir, si solo gestionas desde el ordenador, normalmente no se exige licencia. Pero si tu casa se convierte en un punto de almacenamiento, logística o producción (aunque sea en el garaje), ya entra en conflicto con el uso residencial del inmueble. Esto puede dar lugar a denuncias de vecinos, inspecciones municipales y requerimientos de legalización. En ese caso, el coste de una sanción puede superar lo que te habría costado hacerlo bien desde el principio.

El seguro también puede jugar en tu contra

Otro detalle importante: si tienes un almacén sin licencia y ocurre un siniestro (incendio, robo, inundación), la aseguradora puede negarse a cubrir los daños. Porque legalmente, ese espacio no estaba habilitado para la actividad que estabas realizando. Esto puede dejarte con el negocio hundido de la noche a la mañana. Las pólizas suelen exigir que todo esté legalizado, y si no lo está, simplemente no responden. Así que tener licencia también protege tu bolsillo a largo plazo.

No te fíes del «todo vale»

A veces los propietarios de los locales dicen frases como “aquí puedes hacer lo que quieras, nadie dice nada”. Pero no es su responsabilidad, es la tuya. Si firmas un contrato de alquiler sin verificar si el local tiene los permisos adecuados, te comes el marrón tú. Antes de cerrar el trato, consulta con un técnico que revise si el espacio es viable para la actividad que vas a desarrollar. Es una pequeña inversión que puede ahorrarte muchos dolores de cabeza. No te la juegues por confianza o prisas.

¿Cuánto cuesta legalizar un almacén?

Depende del municipio, del tipo de actividad, de si necesitas obra o no, y del tamaño del local. Pero para que te hagas una idea, en muchos casos el coste total (incluyendo tasas municipales y honorarios técnicos) puede oscilar entre 600 € y 1.500 €. Una cantidad muy razonable si lo comparas con una sanción, una paralización de la actividad o una pérdida de mercancía. Además, algunas ayudas y subvenciones solo se otorgan a negocios que tienen toda la documentación en regla. Es decir, invertir en legalidad puede ayudarte a crecer.

Legaliza y duerme tranquilo

No hay nada como saber que todo está en orden. Si tu negocio online está creciendo y has pasado del salón de tu casa a un almacén físico, legaliza la situación cuanto antes. No esperes a que venga una inspección o un problema para actuar. Y si no sabes por dónde empezar, pide ayuda a un técnico especializado en licencias de apertura y actividad. Tener tu negocio online legalizado también en el plano físico te da seguridad, te abre puertas y, sobre todo, te da tranquilidad.

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